Barcelona es una de las ciudades más visitadas de Europa. Después de una serie de artículos sobre qué ver y dónde ir, puede resultar útil contar también con algunos consejos e informaciones prácticas, en general bien conocidos por los barceloneses, pero completamente ignotos para los visitantes. Se trata de informaciones que pueden no sólo hacer más cómoda y económica la visita, sino también ahorrar algún que otro susto.
Barcelona y la pequeña criminalidad
La cosa más importante que es necesario saber sobre Barcelona es que se trata de una de las ciudades con mayor número de carteristas y ladrones. Los turistas, además, por su falta de atención y la menor probabilidad de denuncia, son uno de sus blancos favoritos. Las situaciones más habituales en que se producen este tipo de robos son durante los trayectos en metro, en tiendas mientras la víctima se encuentra entretenida mirando los productos expuestos y en las terrazas de bares y restaurantes. Los carteristas de Barcelona son grandes expertos en abrir bolsos sin que su propietario se dé cuenta, hasta puntos que el común de los mortales creemos imposibles. Aun así, el clásico tirón de bolso, a pie o en bici, sigue también muy presente en las calles de Barcelona.

Los barceloneses, por lo general, y aunque casi todos hemos tenido aun así momentos de distracción, estamos muy acostumbrados a esta situación y, por lo general, tomamos medidas de precaución incluso de forma inconsciente. Lo que a grandes rasgos se aconseja es llevar siempre bolsos con cierre de cremallera, preferiblemente cruzados, y tenerlos siempre a la vista, en la parte delantera del cuerpo. Es especialmente importante hacerlo en sitios con mucha gente, como en el metro o zonas como La Rambla, dos de los paraísos de los carteristas. Y, además, hay que recordar hacerlo dentro de las tiendas, a las que también acceden los ladrones, sin confiarse en absoluto. También se aconseja no guardar la cartera en el bolsillo trasero del pantalón, ya que, como digo, los carteristas son expertos en sustraerlas sin que su propietario se percate.
En cuanto a terrazas de bares y restaurantes, aunque también en el interior es recomendable no dejar las bolsas desatendidas, no hay que dejar NUNCA el bolso colgado en la silla, encima de la mesa o en la silla de al lado. Evidentemente, eso vale también para móviles. Lo mejor es mantenerlo siempre en el propio regazo o, como mucho, colocarlo entre las piernas, preferiblemente enrollando la correa al tobillo o a la pata de la mesa. Una práctica que se puso de moda no hace mucho entre algunos ladrones, por increíble que parezca, es el uso de brazos falsos. Consiste en usar uno de esos para sostener un cartel con algún cartel pidiendo caridad. La víctima cree tener controlados ambos brazos de la persona que se acerca a pedir limosna, pero en realidad ésta usa su brazo verdadero oculto para deslizar la mano por debajo del cartel y agarrar móviles o carteras que estén encima de la mesa.

Finalmente, en caso de ser víctima de un robo, es recomendable denunciarlo a los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica, competente para estas cuestiones. Dos de las comisarías más céntricas son las situadas en la Plaça Catalunya (está bajo tierra, se accede por una escalera en el norte de la plaza, cercana a Apple Store, que puede confundirse fácilmente con una entrada al metro) y en el Passeig Joan de Borbó, en la Barceloneta. En caso de que lo robado haya sido un teléfono móvil, es necesario facilitar en número IMEI. También, para evitar problemas al regresar, se aconseja dejar los documentos de viaje en el hotel y llevar otros como identificación, o una fotocopia de los mismos.
Funcionamiento del sistema tarifario de transporte público
Los medios de transporte de Barcelona están unidos en un sistema tarifario integrado. Esto significa que el mismo título de viaje sirve para buses, metro, ferrocarriles de la Generalitat (FGC) y trenes de cercanías (habitualmente identificados con la R, del catalán ‘rodalies’). Los títulos de 1 zona, esto es, los utilizados para desplazamientos en Barcelona ciudad y los municipios más próximos del área metropolitana, permiten hacer trasbordo durante 1h 15min. Significa que si hemos usado el título para un desplazamiento en bus, se puede usar ese mismo para un nuevo desplazamiento en bus (pero una línea distinta) o cualquier otro medio de transporte (no así para dos desplazamientos distintos en metro, aunque sí para meros trasbordos). Por ello puede ser útil usar medios alternativos para visitas rápidas, por ejemplo hacer la ida en bus y la vuelta en metro (siempre que el tiempo transcurrido entre ambos desplazamientos no supere la 1h15). Será necesario validar de nuevo el billete, aunque no se descontará ningún viaje en el segundo desplazamiento.
También hay que tener presente que, a poco que vayáis a hacer algunos viajes en transporte público, muy probablemente os convendrá tomar un abono. El más común es la T-10, un abono impersonal de 10 viajes. Puede usarse simultáneamente para más de un viajero, validándolo tantas veces como viajeros lo estén utilizando (también permite la nueva validación sin descuento para el segundo desplazamiento en caso de no haber transcurrido la hora y cuarto). Para que os hagáis una idea, un billete sencillo para una sola persona vale 2,15€, mientras que el abono T-10, que equivale a 10 billetes simples, vale 9,45€. La T-10 no está integrada por 10 títulos, sino por uno sólo con 10 viajes, por lo que hay que conservarla hasta finalizar el desplazamiento en que la máquina de validación haya escrito “títol esgotat” en el dorso del abono.

Para terminar, un secreto que puede resultar muy útil para quienes quieran ahorrarse dinero en el trayecto desde y hacia el aeropuerto. Este desplazamiento puede hacerse en taxi (con una tarifa fija de 27€ más un plus por maleta), en Aerobus (el A1 va directo a la terminal 1 y el A2 a la terminal 2; cuidado si lo cogéis en hora punta porque suele haber atascos) y en tren (los hay cada media hora desde Clot, Passeig de Gràcia y Sants, y llegan hasta la terminal 2). Pues bien, en este último caso, existe una especie de bucle legal. A pesar de que en el mapa de zonas el aeropuerto está señalizado como zona 4, lo cual conlleva un coste mucho más elevado, lo cierto es que las máquinas de validación están configuradas para una sola zona. Esto significa que usando un título de 1 zona, sencillo o abono, se abrirán las puertas de acceso a andenes tanto en la validación de entrada como en la de salida. En vez de pagar los casi 5€ que vale un billete sencillo de 4 zonas, por lo tanto, puede comprarse uno de 1 zona por 2,15€ o incluso usar la T-10.
Zonas peligrosas
Al margen de las medidas antirobo que hay que tomar en todo momento, también es aconsejable evitar determinadas zonas de la ciudad a partir de que oscurece. Las zonas que hay que evitar son el Raval, en general, y las calles estrechas, oscuras y poco transitadas del Gòtic y el Born. En caso de tener que pasar por ellas, se recomienda no ir solo, llevar la bolsa bien agarrada y andar deprisa y con convicción. No hay peligro en tomar buses, taxis y metro por la noche, aunque puede haber gente un poco escandalosa a determinadas horas de la madrugada. La zona residencial, principalmente Eixample, Sants y Gràcia, así como los barrios periféricos, no suele ser peligrosa por la noche. Sí hay que evitar de todas todas el barrio de La Mina.
Lateros
Una estampa muy habitual en Barcelona, sobre todo por la noche, es la de los lateros, vendedores ambulante ilegales que ofrecen cerveza de lata. Suelen concentrarse en el centro y en eventos concurridos como los festivales. Aunque sus precios son más bajos que los de los bares y supermercados (si a pesar de todo vais a comprarles, regatead siempre y no paguéis nunca más de 1€ por una lata), son vendedores ilegales y constituyen una competencia desleal que desfavorece a aquellos comerciantes que cumplen con la legalidad. Pero, además de ello, es del todo desaconsejable comprar esas latas porque suelen almacenarse en condiciones higiénicas inexistentes. Sin ir más lejos, cuando se acercan patrullas de policía, esos lateros suelen esconder su mercancía en papeleras, contenedores e incluso cloacas.

Normativa de civismo
A la vez que ha ido creciendo como ciudad turística, Barcelona ha ido desarrollando una normativa municipal sobre civismo bastante abundante para evitar determinados estampas y comportamientos que perjudican la imagen de la ciudad, molestan a los barceloneses y entorpecen la convivencia. Entre el contenido de esa normativa destaca, en primer lugar, la prohibición de consumir alcohol en la calle fuera de establecimientos como bares y restaurantes. Para evitar responsabilidades, muchos de
ellos obligan a sus clientes a llevarse las bebidas en vasos de plástico (por ejemplo para salir a fumar), pero eso no elimina la
responsabilidad de quien las está consumiendo. La multa suele ser de 200€ y la policía no suele hacer la vista gorda.
También se ha prohibido ir en bañador o con el torso desnudo fuera de la zona de playas. Pasear por La Rambla sin camiseta está del todo prohibido, y la mayoría de los barceloneses agradece no tener que ver torsos al aire mientras está yendo a trabajar: aunque los turistas estén allí de vacaciones, Barcelona es, al fin y al cabo, una ciudad, y sus habitantes esperamos un mínimo de respeto, decencia y saber estar por parte de los turistas. Este tipo de infracción no suele conllevar multa directa, sino una amonestación, tras la cual se impone multa en caso de perseverancia.

Finalmente, algo que también está completamente prohibido y que conlleva cuantiosas multas es orinar en la calle. Además de lo asqueroso y maleducado que es hacer algo así, lo cierto es que casi siempre hay algún establecimiento de comida rápida cerca en el que se puede entrar para usar el baño sin que nadie pida explicaciones, y en cualquier caso, si se pide con educación para usar el baño, la mayoría de establecimientos tampoco ponen ningún problema para que lo usen personas que no consuman nada.
Propinas
Para acabar, una cuestión de las más preguntadas por los visitantes: dónde dejar propina y cuánta. Dejar propina es algo común en bares, restaurantes y taxis. No obstante, no es ni mucho menos obligatorio, de modo que no dejarla no se percibe como un gesto de mala educación. En cuanto a la cuantía, evidentemente va en función del gasto principal, pero por lo general no suelen ser muy elevadas y suelen limitarse a un mero redondeo, a menudo dejando simplemente el suelto del cambio.

Enlaces útiles
En la web de TMB puedes indicar un origen y destino y obtendrás cuál es el medio de transporte más rápido para llegar.