Inauguro la serie de artículos top 5 con una selección de los cinco restaurantes míticos de la ciudad, locales clásicos que forman parte de la historia de Barcelona. Comer hace tiempo que dejó de ser una mera necesidad fisiológica: ahora es, además, gusto y moda, arte y cultura, y, sobre todo, un acontecimiento social.
Els Quatre Gats
Se trata de un emblema del modernismo, de uno de los centros intelectuales de este movimiento cultural en Barcelona, quizás el más importante. Fue concebido como la versión barcelonesa de Le chat noir de París: una taverna de comida a precios económicos y, fundamentalmente, un centro de reunión. El nombre del local sin duda recoge la esencia elemental de lo que tenía que ser: un espacio donde bastaba que se juntaran cuatro gatos para garantizar una noche de lo más bohemia.
Se ubicó en los bajos de un edificio modernista proyectado ni más ni menos que por Puig i Cadafalch, y contó con el apoyo de artistas como Ramon Casas y Santiago Rusiñol, que se encargaron de decorar las paredes del local e incluso la carta del restaurante. Entre esas paredes sostuvieron largos encuentros etilizados, al más puro estilo parisino, artistas e intelectuales de la talla de Pablo Picasso o Enric Granados. Después de unos años de parón, propiciados por la muerte de su impulsor, Pere Romeu, y posteriormente por la guerra civil, el restaurante fue recuperado a finales de los ’70.
Actualmente ofrece una carta de cocina catalana, aunque el restaurante sigue mereciendo más una visita por la historia de ese espacio que por la calidad gastronómica —aunque no es menospreciable—; recomiendo el menú de mediodía.
Els Quatre Gats: Carrer Montsió, 3, 08002 Barcelona

Can Culleretes
Fundado en 1786, es el restaurante más antiguo de la ciudad y el segundo más antiguo del estado, por detrás de El Botín de Madrid. Es un ejemplo magnífico de la versión más genuina de restaurante, un espacio con aires de taverna pero revestido de una elegancia clásica.
Se encuentra en el corazón de la ciudad, en pleno barrio Gótico, y sigue siendo uno de los sitios más concurridos de la ciudad, tanto por la noche, en que ofrece servicio a la carta, como al mediodía, cuando puede elegirse entre dos menús de mediodía (no os confiéis, también a mediodía se aconseja reservar mesa). Se sirve cocina casera de calidad y en la carta no falta ninguno de los platos clásicos de la gastronomía catalana. La especialidad de la casa: los canelones.
Can Culleretes: Carrer Quintana, 5, 08002 Barcelona

Diagonal – Can Soteras
Este restaurante de principios de siglo ubicado en el centro del ensanche fue durante años parada casi obligada de los comerciantes que acudían al mercado central del Born. Se ha mantenido como un restaurante de cocina tradicional catalana, y su calidad lo ha convertido en un lugar de referencia en la ciudad, donde hace algunos años —antes de que se impusiera la moda acudir a los restaurantes de reciente apertura con cocina fusión y preferiblemente oriental— era habitual ver a jugadores del Barça. El lugar es conocido sobre todo por una de sus especialidades, uno de los clásicos más peculiares de la gastronomía catalan: los caracoles.
Diagonal – Can Soteras: Passeig de Sant Joan, 97-99, 08008 Barcelona

Restaurant 7 portes
Se trata también de uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad. Se encuentra en la fachada marítima del casco antiguo, en Pla de Palau, y nació en 1836 como un café de lujo impulsado por un reconocidísimo burgués de la época, Josep Xifré i Cases. A partir de los años 30 se convirtió —y sigue siendo— en centro de reunión intelectual, y cualquier político, periodista o escritor que se citara para una comida de trabajo procuraba tenerla en El 7 Portes.
Actualmente, este restaurante con 7 puertas y decoración decimonónica sigue ofreciendo a la ciudad un sitio donde celebrar una comida de trabajo de calidad, pero también un espacio céntrico para tomarse un café en la terraza ubicada en el porche arcado del edificio.
7 Portes: Passeig Isabel II, 14, 08003 Barcelona

Fonda España
Este restaurante nació como una posada de lo más tradicional, aunque ubicada en un edificio de Domènech i Muntaner, con pinturas de Eusebi Arnau y Ramon Casas. Se trata de uno de los locales históricos de la ciudad, un restaurante conocido por todos los barceloneses situado en el Raval, muy cerca de las Rambles, uno de los espacios más concurridos de la ciudad.
El restaurante ha sido reconvertido en los últimos tiempos y, a pesar de mantener su cocina tradicional, su actual director gastronómico, Martín Berasategui, responsable del restaurante de 3 estrellas Lasarte del País Vasco, le ha dado un toque de actualidad y modernidad.
Fonda España: Carrer Sant Pau, 9-11, 08001 Barcelona
